EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 105 – Mayo de 2007

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

"El Dragón Invisible"

http://dragoninvisible.com.ar/


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


10 historias: Triángulos voladores

 

Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

 

Introducción

 

En estas "10 historias" presento relatos en los cuales los testigos describen naves triangulares o tipo boomerang. Como siempre indico en esta serie, las historias son relatos que los propios testigos o terceros me han hecho llegar y que por el tiempo transcurrido o la falta de otra evidencia, no se puede profundizar demasiado en las mismas. La idea es que estas historias "no mueran" en los archivos, por eso las comparto con ustedes. En muchos de los relatos he decidido no incluir los nombres de los testigos.

Como detalle, varios de estos incidentes ocurren en 1999, y en particular en el mes de enero de dicho año.

 

1

 

--/10/1989 – Villa Allende (Córdoba) – Madrugada

"Me gustaría saber si tienen información de una aparición de ovni en Córdoba en el mes de octubre o noviembre en el año 1989 ó 1988, no recuerdo bien porque lo que vi yo esa madrugada en Villa Allende, Córdoba, fue un boomerang gigante, con lucecitas en su interior que estaba estático y que de repente giró sobre sí mismo y se fue. Con el tiempo me quedó la duda si en vez de un objeto fueron varios alineados. La misma madrugada había una fiesta en el Golf Club de Villa Allende y dicen que hubo personas que vieron algo en el cielo. Les agradecería si tienen algún dato del mismo".

 

2

 

09/01/1999 – Ranchos (Buenos Aires) – 23:30

"Adrián S. y Adrián L. regresaban de pescar y, al ingresar a Ranchos, 100 kilómetros de Témperley, y a unos 20 kilómetros de Chascomús vieron, primero, como una gran estrella que se convertía al rojo vivo. Ingresan a Ranchos, y sigue la observación. Cuando pisan la ruta 29, que va a Brandsen, se les pone encima del Renault 18 rojo algo como un globo gigantesco, de color amarillo fuego, el cual tenía, en su base, un triángulo con 2 luces intermitentes rojas. Mi hijo, que manejaba, ante el pedido del amigo que parara, aceleró y se alejó rápidamente. El citado "objeto" hizo una curva, y se alejó en sentido contrario por el que venía. En síntesis, se fue por la ruta 2, hacia Mar del Plata".

 

3

 

24/01/1999 – Buenos Aires – 22:45

De la sección de correo de lectores del suplemento "Crónica del Fenómeno OVNI" Nº 30 (sábado 19 de marzo), que sale junto al diario Crónica, transcribo lo siguiente:

"Angel Gabriel Sábato vive en esta Capital, en la calle Nazca y cuenta que el 24 de enero, aproximadamente a las 22:45, observando desde la ventana de su departamento, situado en el 5º piso, vio una flotilla de ‘brillantes ovnis y en cada punta dos grandes naves: una en forma de habano de la que salían luces naranjas y rojas, y otra un gran triángulo que emitía una luz muy fuerte de color violeta’".

 

4

 

25/01/1999 – Junín (Buenos Aires) – 20:05

"Querido Carlos:

Te comento que el día lunes 25 de enero a las 20:05, vi un objeto cilíndrico desplazarse desde el este al oeste. Supongo que era de color metálico y que estaba a gran altura por la forma en que reflejaba la luz del sol. Lamentablemente no había nubes cerca para calcular una altura aproximada, pero estaba lo suficientemente bajo para ser detectado por algún radar. Se desplazaba un poco más rápido que los aviones de línea (que he visto infinidad de veces cruzar el espacio aéreo sobre mi cabeza), y su tamaño calculo que rodaría entre los 200 y 250 metro de largo (calculo que obtuve de comparar el objeto con aviones de línea a una altura semejante... por supuesto todo a "ojímetro"). No tenía ningún tipo de luz que se pudiese ver en la claridad del día, pero reflejaba la luz solar en su costado izquierdo y en la parte inferior. Desde que lo vi, hasta que lo perdí de vista (o sea casi de frente, de abajo, y casi de atrás), estuve buscando algo que se asemejase a alas, pero no tenía, era totalmente cilíndrico y esto se podía ver claramente gracias al reflejo de la luz solar en su costado.

Yo conozco personalmente al jefe de aeródromo de Junín y calculo que para el fin de semana podré contactarlo para hacer algunas averiguaciones al respecto, ya que aunque el objeto haya ido lo suficientemente alto para evitar ser detectado por el aeródromo de la zona, tal vez Ezeiza pudo detectar algo.

Te puedo asegurar que desde 1985, no había visto tan claramente un ovni a plena luz del día (¡y encima no tengo vecinos a quienes llamar para sumar testigos al avistaje!). Lo primero que me llamó la atención fue que no se distinguían alas, y que no dejaba a su paso la estela característica producto de la condensación de agua por la diferencia de temperatura entre los motores y el aire (por cada 180 metros de altura la temperatura disminuye 1ºC )... Interesante, ¿no?

Karina"

 

5

 

25/01/1999 – Buenos Aires – 23:00

"(…) el mismo día que vio Karina, en cuanto recibí su mail subí a la terraza a buscar ropa... y de golpe veo lo que podría confundirse con la luz anticolisión de los aviones... pero altísima... (la altura de los aviones la tengo clara porque vivo en ruta de aviones... así que pasan hacia Aeroparque y hacia Ezeiza... y le podemos sumar helicópteros de la Federal...). Pero lo más increíble fue cuando volvió sobre sus pasos... o sea venía creo que desde el sudeste hacia el norte... encendiendo y apagando una luz blanca a un ritmo muchísimo más lento que el de la luz de los aviones y de golpe regresa al sur... pero sin hacer la maniobra común de viraje que hacen los aviones... es como que se frenó y volvió casi sobre sus pasos... todo esto casi sobre el cenit... Sé que hay que desconfiar de todo lo "raro" sobre el horizonte (se produce mucha distorsión... sobre todo con mucha humedad...); bueno a los 10 minutos otra luz extrañísima de esas que aparecen y desaparecen siempre sobre la cabeza del observador..."

A continuación un resumen del diálogo mantenido con otro testigo de esa noche:

- Hola Dragón. Primero estaba mirando por la ventana las estrellas. Empecé a ver una mancha en el cielo que se acercaba a gran velocidad. Me llamó la atención porque no era una nube... era como una mancha negra oscura. Cuando pasó por encima del edificio vi que tenía muchas luces muy chicas que le marcaban el contorno. Era un bumerán gigante. Iba altísimo y no hizo el más mínimo ruido. Me fui a otra habitación de la casa para poder seguir la trayectoria y se desvaneció con las mismas luces de la ciudad... lo perdí de vista.

- ¿Fecha, hora y lugar del incidente?

- Villa Urquiza, fecha el día que jugó el juvenil de Argentina (creo que el 25) y la hora empezaba el segundo tiempo del partido... [Efectivamente, el partido al que hace referencia se jugó el 25].

-¿Lo viste vos solo o había más gente con vos?

- Mi mamá.

-¿Qué tan grande era? ¿Más que un 747?

- No sé, soy malo para calcular tamaño. Lo que te puedo decir es que era GIGANTE, pero era difícil de distinguir.

 

6

 

29/01/1999 – Cerro Uritorco (Córdoba) – 15:00

"Amigo Carlos:

(...) el jueves pasado estuvimos hablando largo y tendido con Jorge Suárez, en Capilla del Monte (estuvimos los últimos tres días antes de volver). Entre otras cosas me comentó que estuvo hace unos días Silvia [Simondini], creo que dio una charla o algo así. Pero lo más lindo que nos contó (en cuanto a novedades del lugar) es que el viernes antepasado, o sea el 29 de enero, 4 chicos de Rosario a las tres de la tarde con un día hermoso, y estando en la cima del Uritorco al lado de la Cruz (creo que estaban tomando sol) vieron un Ovni tipo ala delta con una especie de gota o lágrima en la punta (quizás a modo de cabina). Lo más asombroso es que lo vieron apenas a 6 o 7 metros de ellos. Jorge me dijo que le preguntó que tamaño tenía y si podía dar una comparación y dijo que no era más grande que un Fiat 600. Repito, ¡¡¡a 6 o 7 metros de ellos!!! y literalmente entró en el cerro, es decir parecía que iba a chocar, ¡¡¡pero simplemente entró o se desintegró!!! Quien sabe, cambió de dimensión, en fin...

Jorge nos contó que habló con uno solo de ellos, pero tenía la dirección de los 4 y que seguramente trataría de hablar con los otros (y grabar la conversación). Nos contó que quedaron tan sorprendidos y contentos que saltaban y cantaban "lo vimos, lo vimos".

Hasta aquí las palabras casi textuales de Jorge Suárez. Realmente quedé asombrado ante tan grande experiencia.

Bueno, me despido de vos.

Un abrazo".

 

7

 

03/09/1999 – Buenos Aires – 23:50

Los hermanos Esteban y Verónica observan desde su departamento en el barrio de Palermo hacia Ezeiza un triángulo negro con 3 luces blancas en las puntas. Calculan que medía unos 200 metros de lado. Movimientos entrecortados. Noche nublada. Las nubes se encontraban a 2.000 metros lo que permite calcular la altura del objeto de 1.500 metros, hasta que se elevó perdiéndose entre las nubes. El incidente se produjo a los pocos días del accidente de LAPA, por lo tanto Ezeiza tenía mucho movimiento aéreo debido a que Aeroparque estaba cerrado. Esteban es piloto civil con 200 horas de vuelo al momento de la observación.

 

8

 

07/11/2006 – Posadas (Misiones) – 21:00

En una conversación telefónica mantenida con Alejandro de la ciudad de Buenos Aires, el martes 14 de noviembre de 2006, informó que durante una visita realizada a la casa de familiares en un barrio aledaño a la ciudad de Posadas, Misiones, pudo observar durante las noches del martes 7 y el miércoles 8 de noviembre, entre las 21 y las 23:30, varios objetos luminosos (4 a 6) realizar diferentes maniobras en el cielo, tales como acelerar y detenerse. Fueron testigos familiares y vecinos, unas 10 a 15 personas.

Lo más llamativo fue el paso durante la noche del martes 7, a las 22:30 aproximadamente, de un objeto con forma de boomerang, que se desplazaba de SO a NE, opaco pero con 2 luces blanca en los extremos del ala, 2 más en la unión de la misma, una azul en la parte delantera y varias luces rojas pequeñas, intermitentes, a lo largo del ala.

 

9

 

26/01/2007 – Piedra del Aguila (Neuquén) – 08:45

"El 26 de enero viajamos a Buenos Aires Como siempre fuimos en auto. Salimos tempranito. Tipo 08.00 estábamos en Piedra del Aguila. Paramos a desayunar y alrededor de las 08.30 partimos otra vez. Después que salís de la localidad mencionada todavía quedan las últimas subida y bajadas con pronunciadas curvas para desembocar en las interminables rectas neuquinas. Apenas habíamos salido de estas curvas y desniveles, y calculo que habrían pasado unos 15 minutos, no más, miré hacia el cielo. Estaba espectacular, límpido, ni una nube, nada de nada. Excepto el objeto brillante. Les avise a todos y TODOS lo vimos. Primero pensamos en un planeador, pero era imposible, Estaba "fijo" en el cielo. Brillante y pulido como plata. No se movía. No era un avión, no era un planeador (no hay pista de planeadores cerca), y tenía una extraña forma: redondo, o esférico, y como si estuviera rodeado de un boomerang que parecía girar a velocidad impensada. La cámara, por supuesto estaba en el baúl! Frené y me tiré a la banquina, todos los seguíamos viendo y de repente, así como estaba, no estaba más! ¡Desapareció!"

 

10

 

--/02/2007 – Villa General Belgrano (Córdoba) – 03:00

"(…) Otro caso sucedió hace un mes y medio cuando una amiga de la misma villa [Villa General Belgrano – Córdoba], escuchó un zumbido a las 3 de la madrugada y vio sobre su casa un ovni triangular.

Lo único a que atinó fue a llamar a su madre para que lo viera sin tomar fotos porque iba pasando muy lentamente".


Almuerzo con platos voladores

 

Egio Hernan De La Vega-Buonanno

Mississauga – Canadá

lliris1027@rogers.com

 

(Nota de Carlos Alberto Iurchuk: El presente artículo apareció en el número de febrero de 1997 en "De Norte a Sur", noticiero argentino – uruguayo que se publica simultáneamente en las principales ciudades de Estados Unidos y Canadá.)

 

En ese hermoso día de la temprana primavera de 1994, les pedí a mis hijos, Ariadna y Edwin, que ese día, por excepción faltasen a clase y se quedaran en casa a almorzar, ya que mi esposa y yo estábamos esperando la llegada de dos personas que venían en vuelo desde Buenos Aires y que compartirían nuestra mesa. Tal visita sería para ellos la lección del día y añadí que yo opinaba que el contenido de la misma no sería olvidado por ellos tan fácilmente. Picados por la curiosidad y muy contentos con lo inesperado del evento, comenzaron a aguardar.

A eso de las doce del mediodía, recibí una llamada telefónica de mi amigo Romeo Castellani, comandante de Airbus A-310, Aerolíneas Argentinas, quien se encontraba en compañía de su copiloto, Luis Marín, ambos profesionales con miles de horas de vuelo por los cielos de este mundo, y quienes recién habían aterrizado en el aeropuerto internacional de nuestra ciudad.

Les dije que en diez minuto pasaba a buscarlos y así fue que en corto plazo nos encontramos todos en casa. No quiero ocultar la alegría que me producen las visitas de estos hombres especiales, pero además de ello, Luis Marín tenía algo que contarnos, y todos esperábamos sus palabras con indisimulada anticipación.

Finalmente, dice Romeo: "Bueno Hernán, aproveché este vuelo con Luis para que él te haga saber la experiencia que tuvo hace ya algunos años atrás durante un vuelo sobre el territorio nacional argentino".

Luis Marín comenzó su relato en forma ordenada, y mientras entraba en los primeros detalles de su experiencia, noté los ojos de mis hijos clavados en el rostro de ese aviador, ese tipo de hombre en quien asiduamente confiamos nuestra propia vida y la de nuestra familia en los viajes que realizamos a la patria lejana, y esta confianza nuestra está basada en la seguridad que tenemos de la plena integridad técnica y psicológica del aviador argentino, y he aquí que este mismo hombre comienza a describir para nuestro beneficio el encuentro que tuvo con dos OVNI, dos platos voladores que se acercaron a su avión en vuelo.

"Ocurrió el 18 de agosto de 1985. El avión era un Boeing 737 de A. A., matrícula LV-JMW, a cuyos controles estábamos el comandante Jorge Requiere y yo como co-piloto – dice Marín – Nos encontrábamos volando a 9.000 metros de altura sobre la localidad de Ceres (Santa Fe), cuando a las 19 horas avistamos a nuestra derecha y a unos 20 metros de altura, un objeto con luces intermitentes, como rayos lumínicos violáceos, amarillos y blancos que parecían perder intensidad para luego volver a parpadear y cambiar de colores".

"El OVNI realizaba movimientos en zigzag desplazándose a una velocidad enorme y de pronto se quedaba como clavado en el espacio – continúa – parecía despreciar las leyes de la gravedad. Tenía forma de un cono con el vértice hacia arriba y sus destellos luminosos también se dirigían hacia arriba. Mientras tanto, el otro OVNI avistado se había situado a la izquierda del avión y tenía la forma de una banana colocada horizontalmente, mientras que aparentemente se encontraba a mayor distancia que el que vimos primero", describió Marín.

A todo esto, uno de los comisarios de a bordo se dirigió al pasaje preguntando si alguien tenía una cámara fotográfica, y es así que el periodista Miguel Angel Merlo y el fotógrafo Roberto Ruiz, de Clarín Deportivo, que regresaban de cubrir una competencia de Turismo Carretera en Santiago del Estero, fueron invitados a la cabina de mando donde tomaron unas fotografías que luego fueron publicadas por el mencionado diario.

Todo el pasaje se enteró también del acontecimiento, y los periodistas de Clarín dijeron que en dos oportunidades el comandante enfiló el avión hacia el OVNI, pero éste cambió violentamente la dirección de su desplazamiento. Además de los pilotos y los periodistas, también observaron los OVNI los comisario de a bordo María Cristina Marcuzzi y Roberto Galarza, auxiliares Marcela Villar y Claudia Rodríguez y el técnico Walter Gómez.

El comandante Requiere precisó al diario Clarín que "en diez años que vuelo para A. A., es la primera vez que veo un fenómeno de esta naturaleza; no puedo dar ningún tipo de información hasta tanto no informe a la empresa".

Luis Marín terminó su narración indicando que el objeto de la derecha fue divisado durante unos diez minutos, mientras que el de la izquierda fue visible durante veinte.

Sentí una gran satisfacción de que mis hijos escucharan la descripción de una manifestación del más grande misterio del siglo XX directamente de la boca de uno de los muchos testigos calificados que tuvieron la impresionante suerte de ver en circunstancias muy especiales estos objetos de origen desconocido.

El almuerzo había terminado, y estos hombres de quienes tengo el honor de ser amigo, debían regresar al aeropuerto ya que partirían hacia Nueva York y Buenos Aires a la cinco de la tarde. Luego de mostrarles mi biblioteca sobre el tema, los llevé en compañía de mis hijos, de regreso al aeropuerto y mientras manejaba, aprovechamos para algunos comentarios más.

"Hace más de treinta años – dice Castellani – que estudiás este tema, y recuerdo que te llamábamos Krako (un héroe del espacio de ciencia ficción de aquellos primeros años de la década del 60). Siempre insististe sobre la seriedad del tema, pero la mayoría de los que corríamos sobre los verdes pastos de la base aérea de Reconquista, haciendo orden cerrado y tratando de aprender aviación, lo tomábamos a la ligera, pero el tiempo te ha reivindicado". Y yo le digo que lo importante es que "la realidad más allá de nuestra realidad habitual" nos está haciendo sentir su presencia impostergable y es probable que debamos esperar acontecimientos mucho más importantes en los años futuros, aunque no sabemos cuántos han de pasar. Le agradecí a Luis Marín por la visita y los dejé en el aeropuerto con la promesa de volvernos a encontrar en Buenos Aires, cosa que sucedió en agosto de 1995, cuando llevé a cabo la entrevista con el co-piloto del vuelo de Bariloche, Carlos Dortona.

De regreso hacia casa, mis chicos me dicen que había sido un día realmente interesante, una especie de clase especial y que esos aviadores con su uniforme azul oscuro, parecían actores de Star Trek. Les contesté que como esos compañeros de la vida eran hombres reales, se debe concluir, por lo tanto, que la realidad es más maravillosa que la ficción.


Las experiencias OVNI por lo general no son controlables

 

Miguel Jordán

Santiago – Chile

esiomajb@gmail.com

 

Reproduzco aquí parte de una respuesta que le envié a un interesado en el tema ovni pero escéptico que critica el hecho de que muchos fundamentan la existencia de este tipo de fenómenos sólo en base a los testimonios de testigos. En realidad esto es cierto en buena parte pero no porque queramos depender sólo de este tipo fuente de información sino porque en parte es por donde se comienza a investigar. Obviamente el relato no lo es todo para poder verificar la existencia o la supuesta presencia de un fenómeno anómalo (para el testigo) sino sólo una parte pero a veces los casos son muy simples y se basan sólo en lo que el testigo relató y no hay más que eso, no hay más pruebas, no hay más trazas para seguir el fenómeno en relación con este testigo que relata su experiencia, no hay más evidencias "evidentes", sólo el relato.

A la persona que le respondía el texto que va más abajo comentaba en una web que "Cuando hablamos de testimonios, estamos hablando de presunción, no de certeza", y eso es en parte cierto pero lamentablemente (y si el testigo no miente ni magnifica su relato) la experiencia será cierta para este testigo al menos en ese momento y en la medida que el testigo sea autocrítico y esté dispuesto a verificar o desmentir o recordar nuevamente su experiencia con el tiempo una vez que va descubriendo ciertos aspectos relacionados con lo que le ocurrió que le permiten ir interpretando lo sucedido de una manera distinta. El colega escéptico comentaba que "se habla de presunción y no de certeza" pero la pregunta es "¿para quién?": acaso para el testigo, para la sociedad, para los investigadores e interesados. ¿Para quién es presunción y para quién es certeza?

El escéptico comentaba que esto es lo que hace la ley (suponemos la ley jurídica), en el sentido de que "la ley no juzga solamente en base a hechos que puedan ser considerados certeza sino también en base a presunción" y que ése sería "el problema de la justicia, que está afecta a errores, pero donde elije el mal menor y prioriza la seguridad de la sociedad". Pero lamentablemente estamos hablando de planos distintos. Una persona que vive una experiencia paranormal, mística, OVNI, espiritual o la que sea pero una que en parte le merezca la atención particular de darle o buscarle una significación especial sea apoyándose o no en los supuestos expertos en el tema o en la aceptación de la sociedad, sabrá en un momento dado que ciertas experiencias no son experiencias sociales, es decir que valgan o serán realidad o verdad sólo si los demás le dicen que es cierto o real, sino que son experiencias personales más allá que la gente le crea a uno o no, y más allá de que aceptar como real esta situación genere un rechazo o una aislación o incomprensión de la sociedad por haber uno aceptado ciertas cosas como reales para uno mismo.

En este sentido quizás este tipo de experiencias sí son sociales pero no desde un plano que se origina en la sociedad sino que a nivel personal y que al ser compartido con otros genera en algunos una identificación con el tema al tener estos experiencias similares o creencias a favor de la existencia de este tipo de episodios anómalos, así como también generará incredulidad en aquellos que no lo han vivido y más aún en aquellos que definitivamente no creen en este tipo de situaciones o condiciones o fenómenos y/o manifestaciones. Para ellos lamentablemente el fenómeno no es controlable como si se tratase de un objeto de laboratorio, es decir, no lo es el asunto de los ovnis por mucho que se intente hacer cambios de luces al cielo o repetir los patrones que a algunos grupos contactistas con OVNIs dicen haber usado para lograr el contacto con esta manifestación, o no lo es para aquellos que creen poder invocar a los ángeles o a los demonios con sólo desarrollar y seguir ciertos protocolos y métodos, o con registrar todo tipo de fenómenos físicos en zonas en donde supuestamente se manifiestan este tipo de fenómenos o inteligencias.

Aquí lo que se invita a entender es que en relación a este tipo de circunstancias estamos en presencia de inteligencias que determinan en parte a quién se les manifiestan y a quiénes no. Aunque existe de paso la creencia que aún si estos lo quisieran no lo pueden hacer porque existen leyes que se los impiden o porque creen conveniente que no es el momento o no es el modo aún siendo que para el potencial testigo o investigador eso debiera presentarse lógicamente de esa manera (a la manera humana). De hecho no es una cosa analizable sólo según el método científico o que aún usando este método se logre comprender correctamente el fenómeno de fondo si es que se le logra registrar para luego analizarlo. A veces justamente es necesario ir entendiendo de que aún estando la inteligencia presente frente a un grupo de personas que no logran percibirlos, ciertas personas los perciben y otros no. Con ello se abre una gran incertidumbre pues uno podría comenzar a preguntarse si es que "no todos somos perceptores similares" y justamente la respuesta es que "no somos todos iguales en cuanto al modo de percibir". Un solo ejemplo de esto es el hecho de que existen personas a las que se les ha diagnosticado una anomalía funcional o anatómica en el cerebro o quizás en el sistema perceptivo. Eso los hace percibir de una manera distinta los fenómenos que le rodean y que hacen reaccionar a su cuerpo y sus sentidos. No por ello lo percibido por esta persona dejará de ser cierto, pero será en parte incómodo y no convencional.

Por ejemplo, cuando estas personas vean un objeto que para nosotros es claramente de color "verde" pero que el sistema perceptivo de estos testigos a veces lo puede ver como "azul" (como por ejemplo en el caso de los daltónicos. Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Daltonismo) entonces no podemos decir que la persona está alucinando sino simplemente está viendo la misma realidad pero desde un sistema perceptivo distinto. No es que la persona no sepa distinguir por norma lo que es verde de lo que es azul sino simplemente su percepción traduce ese estímulo luminoso como el color que relata, "verde". Algunos hablan de que esta persona sufre de delirio (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Delirio (delusion en inglés)). Pero en realidad su capacidad de ver las cosas distintas nos permitirá ver otros aspectos que nuestros sentidos no podrían y por ello más allá de reparar en la búsqueda de tratar de "reparar" ese trastorno que nos incomoda tanto a nosotros como a ellos sólo por un asunto de convencionalismos, deberíamos por otro lado aprovechar de descubrir cosas de la realidad que sólo se pueden descubrir desde esa condición perceptiva y no negarle la realidad a esta persona sólo porque lo que dice nos parece absurdo.

Algo parecido pero aún más complejo ocurre con los esquizofrénicos de cuya enfermedad se ha tratado únicamente de relacionar una causa anatómica y funcional cerebral y no otra sólo porque en parte es posible reducir la aparición de estos episodios (alucinaciones y otros delirios y "comportamientos inadecuados") a través de medicamentos y métodos de intervención y tratamiento (cosa que significa sólo reducir porque el cuadro siempre estará latente y puede a veces volver surgir del mismo modo que al principio). En realidad yo veo que una parte de los relatos de los episodios de alucinación visual o auditiva de algunas personas diagnosticadas con esquizofrenia se asemejan a fenómenos paranormales o tienen elementos relacionados a sucesos anómalos con manifestación de seres inteligentes desconocidos. Aquí algunos se preguntarán incluso si esto no es una demostración más que las personas que relatan experiencias místicas o religiosas o paranormales no son simplemente una variante de cierta manifestación esquizofrénica, cosa que en algunos casos sí puede ser así pero del mismo modo, si damos por posible esto también tenemos que ser justos y decir que es posible que ciertas variantes de la esquizofrenia son en realidad la reacción de un testigo a una manifestación desconocida. Si esta manifestación se presenta a través de personas con carne y hueso y que poco y nada se diferencias de los demás seres que vemos todo el día, no notaremos la diferencia. Si por el contrario estos seres son muy distintos físicamente (como en algunos relatos de fenómenos OVNI, posesión demoníaca o presencia angelical, fenómenos paranormales, etc.) entonces la situación será más evidente y clara como una anomalía en progreso.

Todo esto se complica si además damos por posible que una persona diagnosticada con algún trastorno psicofisiológico (sea por ejemplo un cáncer cerebral, o una epilepsia o una esquizofrenia refractaria, etc.) tenga la posibilidad de ser testigo de un fenómeno anómalo o manifestación desconocida genuina. ¿Acaso sufrir una enfermedad nos impide poder vivir este tipo de experiencias? Complejo el tema.

Volviendo al comentario original "cuando hablamos de testimonios, estamos hablando de presunción, no de certeza", así como al modo como la justicia penal trata y juzga los casos, el escéptico que decía todo esto proponía aplicar el tema a la investigación seria ovni en la que no existe la presión de determinar un resultado y que además se debe juzgar sólo en base a certeza y que para ello se requerirían sólo de pruebas inviolables e inobjetables. Lamentablemente este no es el caso en la ovnilogía pues no es algo general que personas que hayan vivido una experiencia paranormal u OVNI puedan siempre lograr un registro físico (sean fotos o videos) de este tipo de episodios. Pero por otro lado existe un sinnúmero de evidencias físicas del fenómeno OVNI y lo paranormal (obviamente con el necesario filtraje de evidencias según criterios específicos exigentes).

Este colega escéptico comentaba que "los testimonios que nos ofrecen una presunción de existencia de algo "raro", no sirven en definitiva para establecer una verdad o la existencia real de ese "algo"". Lamentablemente esto es cierto sólo desde una perspectiva teórica e idealista basada en una concepción de las cosas según el método científico pero no en base a millones de cosas que se presentan en la vida y que a veces no tenemos el tiempo de registrar o simplemente de analizar como quisiéramos. Desde una perspectiva local como la del testigo que vive este tipo de experiencias o la del investigador de este tipo de fenómenos, los testimonios no nos dan certeza pero sí una posibilidad de lograr dar con un encuentro directo con el fenómeno o manifestación al elegir los mejores relatos y seguir aquellos casos y de elegir aquellos casos cuyos relatos nos permitan tener un probable encuentro o repetición del suceso.

Por ahora muchas de estas experiencias son misteriosas y pertenecen a una "singularidad fenomenológica" que no se puede tratar de la misma manera que tratamos la mayoría de las cosas que tenemos a la vista todos los días. De hecho, el mismo fenómeno es singular en su naturaleza porque se presenta de manera singular.

Aunque lo mencionado por el colega escéptico es en parte cierto lamentablemente no lo es en la realidad de lo paranormal y lo OVNI y del mismo modo no lo es tampoco para los fenómenos espirituales, religiosos y todo aquello que entre en la categoría de lo mistérico.

Ciertas cosas, objetos, fenómenos, manifestaciones, seres, condiciones y realidades pasan a ser ciertas para los testigos por más que nunca más se presenten a la sociedad.

Doy por ejemplo un caso extremo. Imaginemos que efectivamente existiera una civilización de algún planeta (aunque no soy muy partidario de la teoría extraterrestre) y que se le ocurriese pasar por la Tierra y de paso se acercan a su casa y Ud. está solo y le visitan. Esa experiencia será una realidad suya y será una verdad genuina pero para Ud. y será muy difícil que los demás le crean (cosa muy entendible porque no han vivido la experiencia) pero al menos es muy probable que Ud. buscará que los demás escuchen su relato y traten de ayudarle o de creerle o lo que sea. La acción de informar a los demás y compartir este tipo de experiencias es por lo demás una acción muy humana y que se relaciona con el instinto de compartir en una sociedad las experiencias y buscar un mejor conocimiento de la vida entre todos.

Lo que Ud. les comentará en relación a su hipotética experiencia nadie lo puede poner en duda pero tampoco se le puede pedir a la gente que lo crea o que lo dude, pero si al menos tener el respeto de decirle a la persona que ha dado a conocer su relato, que se le agradece el gesto de habernos informado. Así crece una sociedad, así creció en parte la iglesia cristiana y quizás cuantas otras religiones.

Lamentablemente muchos testigos ven como se critica fuertemente a otros testigos de fenómenos similares y por ello deciden no comentar sus experiencias y dejárselas sólo para ellos. Con esa actitud no sólo no se le está dando al testigo la oportunidad de compartir su experiencia sino que con ello perdamos un caso nuevo, una variante nueva, un modo distinto de percibir y reaccionar ante la presencia de un fenómeno (sea cual sea su explicación). Peor aún, a veces incluso se pierde la posibilidad de seguir esa experiencia y a esa persona (testigo) y con ello perder una oportunidad de estar presentes cuando estas manifestaciones desconocidas o fenómenos anómalos decidan volver a presentarse, sea que sólo lo perciba el testigo o algunos otros también.

Entiendo por ello la queja del colega escéptico pero por ahora lamentablemente este tipo de manifestaciones es en parte real para los testigos particulares y quizás para otros investigadores que los investigan. Lamentablemente no es real como a la mayoría de la gente le gustaría (por ejemplo que incluso pudiese ser exhibido por TV para ser parte del espectáculo diario que se le da al televidente). Al menos no se manifiesta de la manera lógica humana que muchos pretenden debiera ser universal, o al menos no se presenta así como a la gente se le ha enseñado que deben ser las cosas o aparentar ser.

Hay misterios y modos misteriosos como estos "episodios distintos" se presentan y como investigadores pretendemos poder estar allí para poder percibir la misma experiencia que el testigo nos relata (y por ello es importantísimo saber valorar bien el relato para distinguir la naturaleza del caso en cuestión) y además estar predispuestos a conocer a estas inteligencias desconocidas dentro de sus naturalezas sin necesidad de imponerles nuestras condiciones y concepciones de "cómo ellos deberían ser y comportarse", y menos pedirles que se presenten a todos (a la sociedad en general) cosa que de paso no creo que sea necesario siquiera pedir: ya lo hacen pero a su manera.

Por algo "ellos" se manifiestan de la manera que lo han hecho hasta ahora, esto es, por lo general a personas particulares.

El misterio sigue abierto para los interesados.